Carbonera

 

CarboneraAntecedentes históricos de los montes

En un repaso histórico a los montes de Ledesma, vemos que ya en el siglo XVIII en el Catálogo del Marqués de la Ensenada se dice que el terreno del municipio de Ledesma de la Cogolla estaba ocupado por "secanos de sembradura, montes altos y bajos", junto con algunos "nogales y una cierta porción de ciruelos y cerezos".

Dentro de la descripción de los montes se habla de un monte llamado "Encinal" que es de robles y encinas y una porción de hayas, que se situaría en la mitad sur del municipio orientada a umbría, junto a otro monte denominado "Valdecubillas y la Dehesa" que es de robles y encinas y que abarcaría la mitad norte, con excepción de los terrenos destinados a labrantíos que lógicamente se asentarían en las laderas más soleadas.

Cien años más tarde, a mediados del siglo XIX, el Diccionario Geográfico- Estadístico-Histórico de Pascual Madoz sobre La Rioja (1851) habla de "un terreno generalmente esteril, que es de mala calidad; encontrándose en él por todos los lados escepto por el Oeste arbolado, especialmente frente a la villa donde hay un hermoso monte conocido como el Encinal, poblado de encina, el mejor conservado de muchas leguas alrededor; habiendo otro que domina la población llamado la Dehesa de Arriba y Abajo, también con encina y roble, pero no tan bueno como el anterior, siendo bastantes buenos los que hay al Este llamados Baquerizas, Roseras, Fuente- canales, Campillos y otros que se conservan en buen estado".

Estos montes debían estar bien consevados, circunstancia que unida a la excelente calidad de la leña de encina para su transformación en carbón vegetal justifica por sí mismo que esta actividad, que perduró hasta más allá de los años 50, fuera uno de los pilares de la economía en Ledesma de la Cogolla.

Antecedentes históricos de la elaboración del carbón

En los años 50 la madera necesaria para la elaboración de carboneras procedía bien de la sobrante de las adjudicaciones, bien de los lotes que el Ayuntamiento, anualmente y por sorteo, cedía a los vecinos.

En cuanto a las fechas escogidas para la elaboración del carbón, curiosamente coincidían con los meses fríos quizá porque la combustión será más adecuada o quizá también porque en los meses de invierno no se desarrollaba otro tipo de actividad como podría ser la agrícola, más activa en otras épocas del año. Y ello a pesar de que la climatología añadía un elemento más de dureza a una actividad de por sí dura que exige una guardia permanente en el monte durante todo el proceso de desarrollo.

Procedimiento de elaboración

La elaboración artesanal del carbón, consiguiendo su formación desde la combustión incompleta de la madera, requiere la elaboración de una carbonera, es decir, una pira de leña, posteriormente cubierta de hojas y tierra y en la que, finalmente, se introduce fuego con objeto de realizar la combustión.

La combustión de estas carboneras dura alrededor de 30-35 días, Transcurrido este lapso de tiempo y si el proceso se ha desarrollado de forma correcta se obtiene el carbón en una proporción de, aproximadamente, la quinta parte de la leña que se ha utilizado en la formación de la carbonera.

En cuanto a este proceso de elaboración debe tenerse en cuenta que antes y ahora se realiza de forma idéntica; únicamente la corta, mediante sierra mecánica, y la propia ubicación de la carbonera fuera de los montes y, en todo caso, el traslado de la madera, mediante vehículos motorizados, nos recuerdan los tiempos modernos.

Tras esta breve introducción vamos a señalar el proceso íntegro de elaboración de una carbonera especificando cada una de las fases que la constituyen.

El carbón

De acuerdo con la definición dada por la Gran Enciclopedia Larousse, carbón es una sustancia sólida, ligera, negra y combustible que resulta de la destilación o de la combustión incompleta de la leña o de otros cuerpos orgánicos.

Añadiendo a continuación: En muchos lugares la carbonización de la madera se efectúa por el primitivo procedimiento de carboneras, en que el calor necesario es suministrado por la combustión de una parte de la leña y de las materias volátiles combustibles, que se desprenden sin ser recuperadas.

Por su parte Kollman, define el carbón como producto de la combustión incompleta de la madera.

El carbón de Ledesma

La economía rural nunca se ha solventado de una forma sencilla y la obtención de cualquier producto en este medio siempre ha requerido un elevado esfuerzo, más aún una actividad como la elaboración de carboneras, desarrollada en el propio monte, circunstancia que añadía mayor dificultad a un trabajo duro en sí mismo.

No obstante, el núcleo urbano de Ledesma de la Cogolla está enclavado en la cercanía de sus montes razón por la cual, en general, los carboneros pasaban el día en el monte durante todo el proceso de elaboración pero todas las noches bajaban a dormir al pueblo, razón por la cual la dureza del trabajo se veía en cierta medida mitigada.

Por otro lado, para realizar los trabajos se formaban cuadrillas de cuatro o cinco personas, lo que propiciaba que el trabajo se desarrollara con cierta rapidez y la estancia de los trabajadores en el monte no se prolongara en exceso, normalmente no más allá de tres meses.

Llegados al monte y concretado el punto de ubicación de la carbonera, las cuadrillas se prestan a construir una especie de choza a base de ramas y tierra que posteriormente recubren bien con hojas secas y tierra, bien con musgo, y que servirá para resguardarse del frío o la lluvia y asimismo, preservar alimentos y utensilios.

Corta y entresaca de la madera

La actividad propiamente dicha comienza por la corta de la leña, evidentemente con pocos medios materiales, el hacha o, con suerte, la sierra manual.

Montaje.

Traslado, clasificación y apilado de la leña
Traslado del material al terreno destinado a la ubicación de la carbonera. Es en este lugar donde se procede a cortar la madera al tamaño adecuado, seleccionando y apilando troncos y ramas en función de su grosor. Esta selección es de vital importancia para facilitar el montaje posterior.

La leña
Se inicia el montaje colocando en el punto central, y perpendicular a la base, dos troncos tiesos que harán de chimenea y sucesivamente, en piras circulares, se van colocando troncos gruesos, ligeramente inclinados hacia el centro, rellenando todos los huecos con ramas finas dándole a la carbonera una forma cónica.

En el inicio del montaje es de vital importancia la correcta colocación de los troncos puesto que ello conforma la chimenea, caño o tiro de la carbonera, por donde se realizará primero el encendido y, posteriormente, la alimentación y el cebado cuando se requiera; por tanto de ello va a depender que la combustión no presente problemas.

Las hojas
El siguiente paso será cubrir la leña con hojas, generalmente de haya. Este cubrimiento se realiza con objeto de evitar que la tierra que finalmente va a cubrir la carbonera, penetre en el interior dificultando la combustión.

La tierra
A continuación se echa una capa de tierra que cubre toda la carbonera, con objeto de preservar la combustión interior y evitar la entrada de oxígeno que podría dar lugar a la formación de llamas y, por tanto, a la destrucción, o a la no formación del carbón.

Finalización del montaje
Concluido el montaje y cubrimiento de la carbonera, y antes de proceder a su encendido, el carbonero abre varios orificios en la base de la carbonera, son las boqueras, a través de las cuales va a respirar la carbonera durante su combustión; en función de cómo se vaya desarrollando ésta, serán abiertas o cerradas por el carbonero.

Encendido

Llegado el momento del encendido, el carbonero debe tener preparadas brasas incandescentes, sube a la parte más alta de la carbonera e introduce las brasas a través del caño. Así es como la combustión se inicia de la base al vértice.

Tras el encendido, durante los ocho primeros días de la combustión a razón de 3 veces al día, mañana, medio día y noche, el carbonero abre el caño y va añadiendo leña menuda, está alimentando la carbonera. Así poco a poco irá consiguiendo la temperatura idónea hasta alcanzar los aproximadamente 400 grados.

Concluido el período de 8 días de alimentación de la carbonera, el carbonero mantiene el caño destapado durante aproximadamente ocho horas, así comprobará que la combustión se está realizando en las condiciones idóneas, y, si es necesario, añadirá más leña. Cuando la combustión llega arriba, lo que se denomina romper el caño, el carbonero cierra la carbonera; tanto el caño, que lo cubre con un trozo de césped colocado con la hierba hacia abajo; como las boqueras. A partir de este momento la carbonera comienza a hacer carbón.

Así permanece durante aproximadamente hora y media, momento en que se levanta la tapa de césped y se retira parte de la tierra que cubre la carbonera en esta zona con objeto de comprobar que la combustión prosigue de forma correcta. A partir de este momento la vigilancia sigue siendo constante pero ya no se descubre la carbonera de forma regular.

Cebado

A partir de este momento, como resultado de la combustión que se está realizando, puede ser preciso añadir más leña a la carbonera, es el cebado; para ello, el carbonero subido en la cima de la pira destapa el caño e introduce el holgunero; a continuación introduce leños de tamaño y grosor medios. Este proceso se realiza, aproximadamente cuatro o cinco veces a lo largo de la combustión.

Además, para comprobar que la combustión está siendo correcta y que no se están produciendo "vacíos" o "fallas", el carbonero sube sobre la carbonera y con la maza, va dando sucesivos golpes consiguiendo así que la leña siga compactada.

Formación del carbón

A través de los días de combustión, la altura de la carbonera se va rebajando desapareciendo su forma cónica quedando reducida en los momentos finales quizás a menos de la mitad y en general caída hacia uno de los lados, normalmente aquél hacia el que están abiertas las boqueras, es señal de buena combustión y de que la leña se está convirtiendo en carbón, es la caída. Se aproxima el momento de comenzar la extracción del carbón.

Extracción del carbón

Esta es una tarea no difícil, pero sí delicada y cuya realización requiere determinadas condiciones ambientales. La naturaleza del trabajo, con el carbón saliendo a elevadas temperaturas, exige, o al menos aconseja, una suave temperatura ambiente, por ello los carboneros desarrollaban esta última fase con las primeras horas de la mañana.

Con objeto de que la extracción del carbón se realice de la forma más adecuada, se realizan en primer lugar las tareas de limpieza que comienzan la jornada anterior a la extracción propiamente dicha. Con el tirazo y el rastro se va retirando la tierra compactada y aquella que ha formado "tormos", una vez triturada se extiende nuevamente sobre la carbonera.

Esta limpieza previa permite que el carbón se obtenga con menos impurezas ya que la extracción se realiza retirando al mismo tiempo tierra y carbón. Seguidamente con el rastro se separa la tierra del carbón que se va alejando de la carbonera dejándolo extendido con objeto de que se enfríe, momento en el que se procede al llenado de los sacos.

En Ledesma tradicionalmente este carbón no se dedicaba al autoconsumo si no a su venta, no hay que olvidar que se trataba de una forma de economía rural que tenía su importancia dentro de las escasas actividades económicas que las condiciones de la zona permitían desarrollar. A este respecto Pascual Madoz nos dice en el siglo XIX que el producto "posiblemente se destinaba a los pueblos del Valle del Ebro sin recursos leñosos y a los núcleos más habitados como Nájera" y así se siguió haciendo hasta que finalizó la actividad.

Hasta aquí la exposición del proceso íntegro de elaboración de una carbonera, así como sus antecedentes.

El documento ha sido ilustrado con secuencias fotográficas procedentes de los dos proyectos realizados en Ledesma hasta este momento; y, por tanto, en el siguiente epígrafe no se abunda en ilustraciones fotográficas sobre las carboneras realizadas en 1996 y en 2000 y únicamente nos limitamos a dejar constancia de los actos oficiales del encendido.

De ambos proyectos se hace seguidamente una exposición sobre su recuperación, así como una referencia sucinta a su desarrollo.

Utensilios utilizados en la elaboración de una carbonera

Azadón: Instrumento que consiste en una lámina de hierro algo curva y más larga que ancha, generalmente utilizada para romper tierras duras.

Cesto: Cesta grande más ancha que alta.

Hacha: Herramienta cortante compuesta de pala acerada con filo algo curvo y mango de madera.

Holgunero: Palo largo que sirve para pinchar o empujar por el caño de la carbonera.

Maza: Instrumento de madera con la cabeza gruesa usado para compactar la leña de la carbonera.

Pala: Hoja de hierro en figura de trapecio con un filo por un lado y un ojo en el opuesto, que incorpora un mango generalmente de madera.

Tirazo: Media luna de madera con mango.

 

 

 

 

 

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